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diciembre 7, 2023El exgobernador priista de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, confesó hoy en reiteradas ocasiones que, en su opinión, no tiene “ningún mérito” por ser embajador de México en Noruega, cargo que agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador que tuvo la “cortesía política” de ofrecerle después de que Morena ganara la gubernatura del estado, bastión del PRI durante 93 años.
Durante una penosa comparecencia frente a los senadores que conforman la Comisión de Relaciones Exteriores, Fayad aseveró que “la verdad, la verdad, la verdad, yo no me considero que tengo ningún mérito para ser embajador; ninguno, gracias que me los han visto y a quien me los vea, pero en lo personal creo que tengo experiencia porque he trabajado muchos años en el servicio público y he tenido la gran oportunidad de trabajar en asuntos internacionales”.
“Quiero manifestar mi gratitud al presidente López Obrador por la propuesta que hiciera en favor de mi persona”, planteó Fayad en el arranque de su discurso ante los legisladores, a quienes manifestó que su nombramiento lo “llenó de orgullo y de satisfacción”. Acto seguido, el expriista agradeció a la canciller Alicia Bárcena, aunque la llamó “Bárcenas” y planteó erróneamente que es “embajadora de carrera”.
En una presentación a menudo extraña y llena de inexactitudes, Fayad aseveró que su equipo y él han “tratado de revisar” la información sobre las relaciones de México y Noruega, y han llegado a la conclusión de que Noruega y los demás países nórdicos… no son socialistas.
“Nada más alejado de la realidad, pero hay quien así lo plantea”, insistió, y agregó que Noruega “se ha sacado la lotería dos veces”, por sus amplias reservas de petróleo y por crear su fondo soberano –al que llamó “fondo eco-cochinito”–, al que canaliza los ingresos petroleros.
Fayad también se lanzó en una exposición sobre el uso del petróleo en el mundo, con “Saudi Arabia” (sic) y “Emiratos” (sic) que se “emborrachan de riqueza”, un colmo, para gobiernos que siguen un islam rigorista y no permiten el consumo de alcohol.
El expriista adelantó que seguirá “trabajando” en los “muchos” acuerdos que México tiene firmados con Noruega, “desde aquellos que tienen que ver con amistad y compañerismo y respeto a aquellos que profundizan en asociaciones mucho más profundas (sic)”.
Fayad subrayó que, en una ocasión, hace 21 años, le tocó representar a México en Noruega, como senador. Y recordó que el embajador mexicano era “el hijo de aquel famoso cantante mexicano, don Pedro Vargas”, quien lo recibió en su residencia. Ante esta anécdota, Héctor Vasconcelos, el senador de Morena quien es presidente la Comisión de Relaciones Exteriores, precisó que aquella persona sí era diplomático.
–O sea, no era una cosa…. –balbuceó el senador, dejando a entender que el hombre había ganado su cargo.
“… Sí él era un diplomático de carrera. No como yo”, le interrumpió Fayad, levantando las manos a la defensiva. “Tengo que ser muy honesto, la verdad, no me siento con ningún merecimiento pero sí muy emocionado y contento”, agregó, e insistió: “lo que creo tener es experiencia laboral, méritos esto sí no sé”.
Solito, Fayad justificó el nombramiento de políticos en cargos diplomáticos, en gestos de “cortesía política” que todos los presidentes han hecho a gobernadores “aunque no piensen igual y no sean de su partido”.
“No creo que todos los diplomáticos de carrera sean el sol que brilla y los políticos no; y tampoco creo que todos los políticos sirvan para las representaciones diplomáticas. En mi caso ustedes están en duda. Yo les voy a mostrar que sí serví hasta que regrese, ahorita. Ahorita un poco van a votar la expectativa”, dijo.
En otro momento bizarro, Fayad aseveró que uno de sus objetivos consiste en construir un sincrotrón en el país –un acelerador de partículas–, “porque yo siento que la única manera para resolver los problemas de México es a través de la ciencia de la tecnología”. Y advirtió: “lo voy a seguir haciendo esté donde esté, ahora como embajador si me es que ustedes me aprueban”.
“En el caso de las relaciones diplomáticas, yo considero que los diplomáticos de carrera, que son técnicos en el derecho internacional, en la política internacional, una buena parte de ellos es fundamental (…) pero una de la parte más importante de las representaciones es la política, por esto es que a lo largo de muchos años se han elegido a personajes políticos que tengan experiencia política de alto nivel para representar al país”, dijo.
Cuestionado en su propio bando por el nulo conocimiento de Fayad en materia de relaciones exteriores, López Obrador reconoció el pasado 9 de noviembre que propuso su nombramiento al frente de la embajada de México en Noruega por un “compromiso” con el político, quien apenas en junio pasado renunció a sus 40 años de militancia del PRI.
Antes de él, el presidente había entregado cinco embajadas a exgobernadores de oposición, cuyos partidos políticos perdieron sus respectivas elecciones estatales ante Morena. Y abrió la puerta a ofrecer un cargo al gobernador mexiquense saliente, Alfredo Del Mazo Maza, hijo y nieto de gobernadores priistas del Estado de México y primo de Enrique Peña Nieto.
-Con información de PROCESO